Demonios a algunos, Ángeles a otros...
Aliados serán todos de algún bando, en una guerra que irá más allá del bien y del mal, una guerra más allá del poder y donde lo único que importe sean las respuestas pendientes, guardadas celosamente por los antiguos y los creadores.
Respuestas que nos han sido negadas desde el día en que nacemos y nosotros pensamos ilusamente que nos serán respondidas al momento del juicio final. Después de todo, lo dioses necesitan de nosotros para vivir, requieren el soporte de la fe que les brindamos. Por ello crearon ángeles, demonios y humanos. Los dos primeros no tienen elección, están condenados a una opulenta existencia atada a la adoración de su creador. En cambio los terceros podremos decidir el destino de aquellos que nos engendraron y más aun, podremos pervertir los fines y propósitos de los dos primeros.
La guerra no se pagará con sangre, no habrá más llantos desolados, el único premio será conocer cuantos porqués nos hagan falta por saber.
En tu aliado encontrarás tu mayor fortaleza, porque el que pelea solo muere solo.
La guerra no se pagará con sangre, no habrá más llantos desolados, el único premio será conocer cuantos porqués nos hagan falta por saber.
En tu aliado encontrarás tu mayor fortaleza, porque el que pelea solo muere solo.
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